El Día de Muertos 2024 se aproxima, y con él resurgen las antiguas creencias que vinculan al xoloitzcuintle con la travesía de las almas hacia el Mictlán. Estos enigmáticos perros no solo son apreciados por su belleza, sino que desempeñan una misión esencial en la tradición mexicana.
En la cosmovisión mexica, la muerte es solo el inicio de un largo viaje hacia el inframundo. Las almas deben enfrentar varios obstáculos antes de alcanzar el Mictlán, el lugar de descanso eterno. Uno de los principales desafíos es cruzar el río Apanohuacalhuia, una hazaña que solo puede realizarse con la ayuda de un fiel xoloitzcuintle. Sin su guía, las almas podrían perderse en el inframundo.
El xoloitzcuintle, conocido como “xolo”, no solo simboliza la conexión espiritual entre los vivos y los muertos, sino que también está ligado a Xólotl, el dios mexica de la muerte y la transformación. Esta raza canina fue venerada en las culturas mesoamericanas, donde se les consideraba compañeros leales y guardianes en la vida y en la muerte.
¿Cómo es el tormentoso camino hasta el Mictlán?
Según las creencias prehispánicas, cuando una persona fallecía, su alma debía emprender un viaje arduo y lleno de obstáculos antes de alcanzar el Mictlán, un proceso que dura cuatro años y pasa por 9 niveles de pruebas y desafíos. El Mictlán es el inframundo donde las almas que no murieron de manera honorable (como en el combate, el parto o el sacrificio) van a parar después de su muerte; de acuerdo con la mitología mexica, las etapas hasta este lugar de descanso son:
1. Itzcuintlán (El Lugar de los Perros)
El primer tramo es un río ancho y profundo llamado Apanohuacalhuia. Para cruzarlo, los muertos necesitan la ayuda de un perro llamado Xoloitzcuintle (perros de origen divino), que los acompaña y les ayuda a cruzar el agua, es por ello que en vida se trataba bien a los perros, pues se creía que serían sus guías en la muerte.
2. Tepectli Monamictlan (El Lugar Donde los Cerros se Juntan)
Aquí los muertos enfrentan dos montañas que continuamente chocan entre sí, aplastando todo lo que se interpone entre ellas por lo que las almas deben atravesar rápidamente, esperando que las montañas no se cierren mientras cruzan.
3. Iztepetl (La Montaña de los Cuchillos)
En este paso, las almas tienen que escalar una montaña cubierta de cuchillos de obsidiana que rasgan y cortan su carne; sobra decir que este es uno de los pasos más dolorosos del viaje.
4. Izteecayan (El Lugar Donde los Vientos Cortan Como Navajas)
Después, los muertos enfrentan vientos helados que llevan cuchillas de obsidiana, desgarrando y lacerando sus cuerpos. El viento gélido es implacable, causando gran sufrimiento a las y los viajeros.
5. Paniecatlacaloyan (El Lugar Donde la Gente Vuela y Cae Como Flechas)
Aquí, las almas deben atravesar un lugar donde vientos violentos las levantan por los aires y luego las dejan caer bruscamente, como si fueran flechas lanzadas desde el cielo.
6. Timiminaloayan (El Lugar Donde Te Flechan)
En este paso, las almas deben esquivar flechas invisibles que caen del cielo, estas flechas simbolizan los recuerdos dolorosos y las penas de la vida terrenal.
7. Teocoyohuehualoyan (El Lugar Donde las Bestias Te Devoran)
Este lugar está lleno de jaguares y otras bestias feroces que intentan devorar las almas. Las bestias son símbolo del miedo y las angustias que atormentaban a las personas en vida.
8. Apanohuaia (El Río de la Sangre)
De la misma forma, este es un río de aguas turbulentas y sangrientas que las almas deben cruzar sin la ayuda del perro, ya que su guía no puede ir más allá de este punto. A menudo, las almas deben nadar solas y luchar contra la corriente.
9. Chicunamictlán (El Mictlán Propiamente Dicho)
Finalmente, después de superar todos estos obstáculos, las almas llegan al Chicunamictlán, el último nivel del Mictlán, donde se encuentran con Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl, el señor y la señora del inframundo. Aquí, las almas entregan las ofrendas y objetos que trajeron consigo en su entierro, y solo entonces encuentran el descanso eterno.