
Estimados lectores, la calidad en los productos y servicios es un elemento crítico para el éxito de cualquier empresa, y en un entorno global cada vez más competitivo, se vuelve aún más relevante. La importancia de este tema se amplifica en el contexto del nearshoring, donde empresas chinas y del sudeste asiático buscan establecerse en México para aprovechar ventajas logísticas y de costos. Sin embargo, para que esta estrategia sea efectiva, deben enfrentar y superar significativos desafíos en materia de calidad. Esta columna es posible gracias a la alianza entre Exclusivas Tlaxcala y la sección local de la American Society for Quality (ASQ) .
En el contexto actual, México se presenta como un destino atractivo para estas empresas que buscan diversificar su producción. Sin embargo, esta transición no está exenta de desafíos, especialmente en la adaptación a los estándares de calidad requeridos por el mercado estadounidense. Las regulaciones son cada vez más estrictas, lo que significa que las empresas deben implementar sistemas de calidad robustos y transparentes. Esto no solo implica mejorar los procesos de manufactura, sino también fomentar una cultura organizacional que priorice la calidad en todos los niveles.
Uno de los principales retos es que muchas empresas chinas y del sudeste asiático están acostumbradas a operar en un entorno menos regulado. Para competir en el mercado estadounidense, deben ajustar sus prácticas y garantizar que sus productos cumplan con estándares internacionales. Esto puede significar una inversión significativa en formación y tecnología, así como la necesidad de cambiar mentalidades dentro de la organización.
Para apoyar a estas empresas en su camino hacia la mejora continua, los gobiernos locales deben considerar las siguientes recomendaciones:
- Capacitación y Formación: Implementar programas de capacitación que enfoquen en estándares internacionales de calidad y gestión de procesos. Estos programas deben ser accesibles y adaptados a las necesidades específicas de las empresas, asegurando que el personal esté bien informado sobre las mejores prácticas.
- Incentivos Fiscales: Ofrecer incentivos fiscales a empresas que inviertan en tecnologías de calidad y sostenibilidad. Esto puede incluir deducciones fiscales o subsidios para la adquisición de equipos de calidad o la implementación de sistemas de gestión.
- Infraestructura de Calidad: Desarrollar laboratorios y centros de certificación local que permitan a las empresas realizar pruebas de calidad sin depender de proveedores lejanos. Contar con infraestructura local puede reducir costos y tiempos, además de fomentar la confianza en los procesos de certificación.
- Promoción de Redes de Colaboración: Fomentar la creación de redes entre empresas locales y extranjeras para compartir experiencias y buenas prácticas en calidad. Estas redes pueden incluir foros, seminarios y plataformas digitales donde las empresas puedan intercambiar conocimientos y recursos.
- Facilitación de Procesos Regulatorios: Simplificar los trámites necesarios para cumplir con normativas de calidad, ofreciendo asesoría a las empresas en la implementación de estos estándares. Esto puede incluir guías claras y accesibles sobre requisitos normativos y cómo cumplirlos.
La relación comercial con Estados Unidos también se verá afectada por los aranceles que se prevé se implementen en 2025. Si las empresas chinas y del sudeste asiático no logran adaptarse a las exigencias de calidad, corren el riesgo de enfrentar tarifas adicionales, lo que podría hacer sus productos menos competitivos. Esto podría llevar a una reducción en la demanda de sus productos en el mercado estadounidense, un golpe que podría ser devastador en un entorno donde la rentabilidad es crucial.
Además, la percepción de calidad es fundamental. La reputación de los productos fabricados en México puede verse afectada si las empresas no logran cumplir con los estándares internacionales. La confianza del consumidor es vital, y cualquier fallo en la calidad puede repercutir negativamente no solo en las ventas, sino en la percepción general de la industria mexicana ante el mercado global.
En conclusión, aunque el nearshoring presenta oportunidades significativas para las empresas chinas y del sudeste asiático en México, los retos en materia de calidad son considerables. Adaptarse a estándares más altos, invertir en tecnología y fortalecer la cadena de suministro son pasos esenciales para asegurar una transición exitosa. La capacidad de estas empresas para navegar estos desafíos determinará no solo su futuro en México, sino también su relación comercial con Estados Unidos en un panorama cada vez más complejo. A medida que el entorno comercial se vuelve más competitivo, la calidad debe convertirse en un pilar fundamental para el crecimiento sostenible y la prosperidad de las empresas en la región.
Felipe Contreras, Chair de la sección CDMX y resto del país
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