
El pasado primero de marzo la ciudad de Apizaco celebró ciento cincuenta y nueve años de su fundación, población que surgió como un pequeño campamento ferrocarrilero, transformándose día a día hasta convertirse en una risueña y activa ciudad.
Desde sus inicios fue concebida para ser una ciudad progresista, vemos el trazo de sus amplias calles, su imponente Basílica y la llamativa arquitectura de su Templo Metodista. Gente de otros países llegó a esta población atraída por las oportunidades que ofrecía el paso del ferrocarril, fue así como aquí coincidieron Ingleses, Franceses, Españoles, Italianos, Alemanes y Libaneses, aportando cada uno de ellos un fragmento de su lugar de origen.
Se fomentó la puntualidad a través de los que provenían de Inglaterra, quienes además daban ejemplo de pulcritud y orgullo por portar un determinado uniforme. Los Franceses, por su parte, compartían las bellas artes, ejemplo de ello es el gran aporte que hicieron en el aspecto teatral, habiendo existido seis teatros en Apizaco, quizá rústicos, pero existían y había actores y un público que asistía a disfrutar de las piezas que ahí se ofrecían. Otra de sus aportaciones fue en el aspecto gastronómico, pues la persona encargada del restaurant del ferrocarril era de ascendencia francesa.
En cuanto a los Españoles, Libaneses y Alemanes dieron ejemplo de iniciativa para abrir comercios y propiciaron la educación y convivencia. Es justo también reconocer la labor realizada por la gente que provenía de los alrededores, la cual, a pesar de su precaria formación, también dio muestra de entrega, profesionalismo y creatividad, pues trabajaban de acuerdo a los pocos recursos con los que contaban y a pesar de las inclemencias del tiempo estaban siempre dispuestos a salir adelante, formando todos, extranjeros y trabajadores locales, una gran familia, cuyo trabajo y esfuerzo se ven reflejados en el aspecto que luce hoy la ciudad.
El resultado es que este Apizaco, que ha tenido un origen cosmopolita es ahora cuna de personas que han participado activamente en el progreso de nuestra ciudad, nuestro estado y de nuestro país, entre ellos hay escritores, científicos, profesionistas, artistas, religiosos, deportistas y gente que con una preparación básica ha dado muestra de amor por su tierra y ha tenido una participación importante para que la ciudad siga su camino hacia el progreso.
Es importante, en esta fecha, recordar nuestras raíces para enorgullecernos de nuestra tierra, seguir el ejemplo de sus fundadores y aportar todo lo que esté a nuestro alcance para que nuestra ciudad tenga el futuro promisorio que merece.