
Estimados lectores, estamos iniciando un nuevo año y como siempre sucede, este acontecimiento hace renacer en nosotros la esperanza de que será mejor que el pasado, enviamos nuestros mejores deseos a nuestros lectores para que este 2025 sea de salud y mucha prosperidad en las actividades que cada uno de nosotros realizamos.
Retomando las crónicas que hemos estado publicando, es importante recordar que fue justamente al inicio de un año, el primero de enero de 1873, cuando fue inaugurada la línea troncal del Ferrocarril Mexicano, de México a Veracruz, por el Licenciado Sebastián Lerdo de Tejada, la cual tuvo un costo de $ 27,000,000.00, hecho que fue celebrado con diversos festejos y con una gran solemnidad, ya que se veía materializado un proyecto que había iniciado muchos años atrás y que por diversas circunstancias no había podido ser concretado. Una de las razones que dificultó esta magna obra fueron las condiciones geográficas del terreno donde se pensaba construir, para ello se requirió de la construcción de puentes que se reconocen como verdaderas joyas de la ingeniería, como ejemplo podemos mencionar los Puentes de Metlac, que tienen una longitud de 360 metros y que une a las ciudades de Orizaba, Córdova y Fortín de las Flores, este puente tiene 65 metros de altura, varios artistas y fotógrafos han plasmado en sus obras la belleza de este puente, podemos mencionar entre ellos a José María Velasco.
Además de estas dificultades geográficas, el país enfrentaba diversos conflictos internos y externos: Sublevaciones, epidemias, invasiones, incluso sabotajes a la línea férrea.
Sin embargo a pesar de todos los obstáculos encontrados, la construcción de la línea férrea continuó y con ella el progreso, el tiempo para transportarse del puerto a la capital disminuyó considerablemente, la comunicación mejoró notablemente, ya que surgió el telégrafo y el correo tuvo una rapidez nunca antes vista.
Además del transporte y la comunicación, la gente empezó a realizar más viajes y las mercancías arribaron con mayor rapidez a su destino.
Esta primera línea de transporte que es el ferrocarril de México a Veracruz, atraviesa el territorio tlaxcalteca con un ramal a la ciudad de Puebla, lo cual dio un fuerte impulso a la economía y progreso de las poblaciones por donde cruza, mismo que ahora ha desaparecido y solamente queda en el recuerdo y la añoranza de aquellos que vivieron esos episodios.
Un recuerdo para todos aquellos que hicieron posible este importante y trascendental proyecto teniendo en cuenta todos los desafíos que tuvieron que enfrentar.